17.7.15

Ah, los «poderes fácticos»... ¡Qué sonoridad!

Tengo que recuperar aquella expresión tan folclórica de los «poderes fácticos», que la echo mucho en falta.

(Es que hay gente que parece que vive en un mundo maravilloso donde los poderes fácticos ya no existen y todo el mundo hace lo que se supone que tiene que hacer sin meterse en lo de los demás. Angelitos).

El DesperTTador

El DesperTTador es una web de totalitarios estalinistas que atentan contra la libertad de expresión en un intento de que haya un pensamiento único... Ah, no, que es una iniciativa privada de ciudadanos preocupados por la desinformación de periodistas vendidos o poco profesionales. Uf, menos mal. Si fuera público, tiemblo de pensarlo. X-DDDD ¡A ver si despertamos, que estamos en 2015! Más despertadores como este es lo que hace falta.

16.7.15

¡Sorpresa!: Los políticos también tienen libertad de expresión

¿Los periodistas tienen derecho a opinar sobre los políticos pero los políticos no tienen derecho a opinar sobre los periodistas? Ah. Claro.

El político la caga y el periodista lo cuenta → Bien. El periodista la caga y el político lo cuenta → Atentado contra la libre expresión.

El político se equivoca y el periodista pide su dimisión → OK. El periodista se equivoca y el político puntualiza o matiza → ¡Liberticidio!

El político miente y el periodista lo desmiente → Libertad de expresión. El periodista miente y el político lo desmiente → ¡Totalitarismo!


De vergüenza.

14.7.15

Esas maneras...

Lo primero que ha hecho el nuevo ministro de Cultura al entrar en el despacho ha sido mandar retirar el retrato de Unamuno que pintó Solana, a las bravas y de manera inmediata, saltándose el protocolo de levantamiento de obras del Patronato del Reina Sofía, al que pertenece.

Yo puedo llegar a entenderlo porque también detesto a Unamuno (el personaje, que a todas luces era un insoportable; no sus ideas, que deben de haber motivado este «quitadme de ahí a ese»), pero las formas... Las formas le delatan.

El cuadro de marras