La hostia en la jeta de Rajoy me ha ayudado a decidir mi voto. A la hora de votar en su contra (soy español, voto a la contra desde 1993 —no pude votar contra González en las del 89 porque el hijoputa las adelantó nueve meses sólo para quitarme la ilusión..., bueno, y porque la había liado con una brutal reforma laboral contra los obreros*—, en plan castigador), no voy a pensar sólo a quién putear no dándole mi voto, eso no es suficiente. Supongo que los años me han hecho más cruel, así que voy a votar no sólo contra Rajoy, sino pensando en qué voto le joderá más.
* Esos que salen todavía en las siglas de su partido, sí, los de la O, supongo que por tradición, porque hace muchos años que les importamos una mierda, quod erat demonstrandum.
¿Al PSOE? No, aparte de que yo no pienso volver a votar a ese partido traidor en mi puta vida (ni olvido ni perdón), Rajoy ya ha venido a decir, más o menos, que si no le votamos a él, que votemos a Sánchez, que otra cosa sería una locura. Como si no fuera una locura votar a los que nos han aplastado y hundido en la miseria. ¡Ja! No señor, al PSOE ni agua. Es más, espero que se desplome ya del todo. Sí, soy rencoroso, qué pasa. Soy español, ya os lo he dicho.
Ciudadanos no es de izquierda, así que queda descartado, como todos los partidos de derecha, porque además de ser obrero soy consciente de serlo y tengo claro cuándo alquien quiere defenderme y cuándo quiere ayudar a explotarme. Además, no me fío ni un pelo de Rivera, no me inspira la menor confianza. Parece un timador, siempre nervioso por si le pillan.
Me queda decidir, pues, entre Izquierda Unida-Unidad Popular y Podemos. He estado en duda hasta esta mañana.
Los dos tienen cosas que me hacen tilín y que me echan para atrás. El candidato que más me gusta es Garzón, la verdad, pero creo que tiene pocas posibilidades de hacer daño a Rajoy, y hay demasiados corruptos de CCOO en sus filas (creedme, si UGT está corrupta, CCOO también; estoy harto de ver a sindicalistas de Comisiones envueltos en trajes de mil euros, con zapatos y abrigos a juego y gastando el dinero de las cuotas en paridas). Por otra parte, la tasa de tarados creyentes en pseudociencias es mayor en Podemos (IU las rechazó oficialmente en 2012 de la mano de Eparquio Delgado, a quien admiro). De hecho, es alarmante.
Pero si pienso en qué joderá más a Rajoy, está claro: un buen resultado de Podemos. Odia a Pablo Iglesias, a Carrejón y compañía con una saña tal que no me cabe la menor duda. Así que ya está.
Lo siento, Alberto; otra vez será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario